Conversaciones

Una forma de registrar la relación con mi viejo. Una forma de estar cerca. Una forma de memoria. Una forma de afecto.

Sunday, April 02, 2006

Tercera (estamos comunicándonos seguido)

Fuimos al río. Él no andaba bien. Bajamos por la calle de tierra, le pregunté si hacía mucho que no paseaba por ese lugar. Un montón, me dijo. Que loco, ¿no? Tener esta posibilidad, conectarse con la naturaleza, con el río y los árboles y los pájaros y no hacerlo.
Ahí estuvimos, viendo el puente, la cantidad de agua que pasa bajo el puente, "agua oscura bajo el puente", en fin. Miramos unos pajaritos que estaban revoloteando y luego nos fuimos al sector de la playita. Mi viejo se sentó en un tronco, yo en la arena.
De algún modo, hablamos de la amistad y de la comunicación. "Tengo ganas de juntarme con mis amigos". El tema de la amistad, siempre fue un tema especial entre mi viejo y yo. El defendiendo o creyendo en una postura de la amistad, defendiendo la independencia de uno, más allá de las decisiones de nuestros amigos. Y yo, dependiente del afecto, ahora lo veo de otro modo. La individualidad, lo particular, el abrirse a otras personas, a otra gente diferente a la del círculo habitual, como una manera de crecer y no quedarse, de enriquecer y de sumar. Recién este año estoy logrando despegarme un poco de mi círculo habitual, para conocer otros mundos (esto de otros mundos lo escribín en Fuga en algún momento). Y mi viejo, recordando o queriendo re-encontrarse con ciertos vínculos sociales que solía tener. Es extraño. Sigo aprendiendo ciertas cosas de él, así como él aprende cosas mías que transmito siendo como soy.
Hablamos de las parejas también, de las mujeres. Coincidimos en muchos aspectos relacionados al género, a las mujeres con sus placares inmensos y los miles de millones de pares de zapatos. Tiene ganas de escribir un libro. Me gusta como escribe mi viejo, y se lo dije. Fue un momento de afecto y comunicación interesante. Sentimientos, recuerdos. Intercambiamos mucho hoy, fue una linda charla. Volvimos mirando las hojas otoñales, las calles repletas de amarillo y marrón y verde. Después de hablar con mi hermano por teléfono, me dice, "deberías buscarte una novia vos". Si la busco no la voy a encontrar. Ya la voy a encontrar (o no), pero ya lo sé, me hace falta un memememe (sinónimo de revolcón o tierno acto sexual en la hora de la siesta con una mujer húmeda y que a uno le guste). El domingo, fue un día de charla. Mañana a laburar de nuevo.